Las persianas se dividen en dos tipos principales: sin casete y con casete. Los sistemas sin casete son una solución más económica que se adapta perfectamente a diseños de interiores sencillos. Por otro lado, las persianas con casete, gracias a su cubierta, ocultan estéticamente la tela enrollada y la protegen eficazmente del polvo, lo que las convierte en la opción ideal para quienes valoran el orden y la elegancia.


Sin casete

Sin casete

Una solución sencilla, funcional y económica. Perfecta para espacios con menos exigencias.


Con casete

Con casete

Una opción elegante y práctica para clientes exigentes. El casete no solo aporta un aspecto refinado, sino que también protege la tela, prolongando su vida útil.